sábado, 3 de septiembre de 2011

El sueño que se marchó.

La miro a lejos mientras se marcha... ninguna palabra roza nuestros labios... no es momento para palabras ni canciones de amor, sólo es momento para la soledad que siento al estar sin ella, momento para que las tinieblas se apoderen de mi corazón negro y fallecido, momento para un cielo gris con nubes negras... lluvia, la única forma de hacerme evadirme de la realidad... ahora lo sé... pero tarde para saberlo, ella era la única causa de mi felicidad... y ahora no está. Se perdió en el horizonte jamás la volveré a ver y mientras la lluvia roza mi piel, grito al cielo: ¡LLÉVAME!

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