domingo, 4 de septiembre de 2011

Caballos alados.

Ya nada importa, mientras lloro suspiro, esta noche mi amor se ha ido. Sus ojos se cerraron como puertas, dejando en su interior dos zafiros azules como el mar, su tez se torna en un color pálido y mientras mis lagrimas la rozan, sus labios se enfrían como el hielo y junto a ella muero, muero en alma y corazón, y sufro, sufro en soledad porque ya nada tengo, ya nada importa ya se ha ido, su alma es liberada y es conducida a un lugar que mis ojos lagrimosos no alcanzan a ver, solo la veo a ella montada en un caballo alado partiendo, mirando hacia atrás, esta noche muero. Mi corazón se transforma en dura piedra, no es momento para sentimientos alegres porque ella no está. Años atrás pasaron ya y siempre recuerdo aquella fatídica noche, donde murió mi amada, mi querida, mi otra mitad, mi amor...

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